Zork´Thaur es uno de los últimos miembros de los Rakata, raza que en la antigüedad había gobernado
la Galaxia con puño de hierro a través de su “Imperio Infinito”. El objetivo de
Zork era reunir todo tipo de seres poderosos en la Fuerza, con el fin de formar
un ejercito de “Sabuesos de la Fuerza” (Guerreros que en la antigüedad servían
a los Rakata y a su Imperio) lo bastante poderoso como para poder cumplir con su objetivo:
Conquistar de nuevo la Galaxia y fundar un nuevo Imperio Infinito.
Pero antes de eso, debían hacer algo de importancia capital:
Asesinar al Emperador de los Sith. Como ya se dijo anteriormente, la Galaxia se
encontraba en medio de una sanguinaria guerra: La "Gran Guerra Galáctica". En
ella, el Resurgente Imperio Sith, que por siglos había permanecido escondido en
las regiones desconocidas sumando territorios y ganando poder, trataba de
destruir a la República y a los Caballeros Jedi, sus guardianes, con el fin de
conquistar la Galaxia... O eso pensaban, pues Zork´Thaur sabía que la
motivación de la conquista galáctica no era mas que un embuste del Malvado
Emperador de los Sith, Lord Vitiate. Y es que, hace siglos, Ark´Thaur, ancestro
de Zork´Thaur, se vio envuelto en un complot del consejo oscuro del Emperador
para asesinar a este ultimo, puesto que descubrieron que Vitiate logró hacerse inmortal mediante un Ritual que le
permitió devorar la Fuerza de todos los seres vivos de Nathema, su planeta
natal, convirtiendo a este en un páramo donde la Fuerza no existía, una total
aberración de la misma existencia. Sin embargo, esto no era lo peor, puesto que Vitiate
planeaba realizar este mismo ritual a escala Galáctica. Esto supondría la
completa aniquilación de la vida en la Galaxia, por lo que Ark´Thaur antes, y Zork´Thaur
ahora, pensaban que debían detenerlo costase lo que costase, pues no podían
permitir que algo así le ocurriera a la Galaxia que, por derecho (según
pensaban ellos) pertenecía a los Rakata. Por este mismo motivo, a lo largo de
tres siglos, su clan empezó la construcción de una de las armas más temidas del
Imperio Infinito, la “Forja Estelar”, una estación espacial que, alimentándose
de la energía de una estrella alrededor de la cual orbitaba, y del poder del
lado oscuro, era capaz de crear miles de armas, naves y Droides, con el fin de crear un poderoso ejercito que, liderado por
aquellos a quien Zork adiestraba, derrotara a Vitiate y restaurara la gloria
del Imperio Infinito.
Irónicamente, la búsqueda de Zork para potenciar a su ejercito, le llevó a enviar a uno de sus Sabuesos de la Fuerza, Aurek, en misión a Mandalore para que consiguiera Acero Mandaloriano o "Beskar". Y fue gracias a esta misión, por la cual Zork´Thaur había conseguido a un discípulo muy prometedor: Turin Starwind.
Nada mas llegar Turin a manos de Zork, este lo dejó a cargo de unos Droides que le proporcionaban los cuidados básicos. Pero, en cuanto pudo empezar a andar, alrededor de los dos años, lo trasladaron junto a varios niños sensibles a La Fuerza, su “Camada”, como Zork los llamaba. Todos los niños miembros de la camada tenían mas o menos la misma edad de Turin. Todos vivían y dormían en la misma habitación. A cada miembro de la camada se le tatuaba en la mano derecha una letra del “Aurebesh” (sistema de escritura del idioma básico), y cada miembro era llamado por su letra. A Turin le tatuaron la letra "Resh" (7), y así fue llamado en adelante.
Aunque Zork´Thaur podía sentir que Turin era el que poseía
mayor potencial en la Fuerza, había otros niños que contaban también con un
gran potencial, especialmente, un niño a quienes le habían dado el nombre de "Vev" (Y), quien tenía la misma edad que Turin. La camada con la que contaba en
ese momento le ofrecía muchísimas posibilidades. A partir de ese momento,
ordenaría que a todos se les enseñara los conocimientos mas básicos sobre la fuerza,
y luego les sometería a terribles pruebas con el objetivo de que solo queden
los mas poderosos. Para ello tendrían que enseñarles a valerse del miedo y la
ira, emociones fundamentales para el uso del lado oscuro. Emociones que él se
ocuparía de provocar y fortalecer.
Lo primero que hizo fue reunir a la camada en una oscura y
amplia sala. A pesar de su corta edad, los niños no corrían, ni tampoco
lloraban, o hacían el amago de jugar entre ellos. Todos estaban extrañamente
callados, seguramente porque nunca habían conocido la alegría. Una vez
estuvieron reunidos, apareció Zork flanqueado por dos de sus Sabuesos a la
retaguardia. A pesar, o tal vez a causa del miedo que tenían los niños, ninguno
se movió. Entonces, Zork´Thaur les habló:
-Zork: "Si... Puedo sentir vuestro miedo. Hacedlo crecer. Dejad que se convierta
en ira, y la ira en odio, pues cuanto más fuerte sea vuestro odio, más
poderosos seréis. No lo olvidéis: Yo solo necesito a los más fuertes."
Zork miró a cada miembro de la camada de uno en uno. Luego,
siguió hablando:
-Zork: "Para ello, seréis sometidos a diversos
entrenamientos a los que, en la antigüedad, se sometían los Sabuesos de la
Fuerza del Imperio Infinito. Una vez que hayáis dominado los conocimientos
básicos, se os someterá a una prueba de la cual solo saldrán con vida los más
aptos. Poco a poco solo irán quedando los más fuertes de vosotros. Permitid que os dé una muestra lo que os espera...."
Y, al instante de pronunciar estas palabras, sus dos
Sabuesos de la Fuerza se distanciaron del grupo, y empezaron a luchar entre
ellos. Puñetazos, empujones, patadas, rayos, golpes de todo tipo, e incluso
mordiscos. Los dos sabuesos peleaban entre si con una brutalidad
indescriptible. Los niños pudieron ver como uno de ellos logro arrancarle una oreja de un mordisco a su
oponente, y aprovecho el momento en que este se reponía para terminar con su
vida rompiéndole el cuello con la Fuerza.
Cuando este sangriento espectáculo llegó a su fin, Zork
contempló las reacciones de la camada: Estaban en estado de Shock.
-Zork: "Este es el destino que les espera a los débiles.
A partir de ahora, será Nen –Dijo señalando con el brazo al Sabueso de la
Fuerza que había salido victorioso- quien os adiestrará en los conocimientos
del lado oscuro. Cuando él os considere preparados, dará comienzo la
“Selección”. Podéis retiraros..."
Poco a poco, los niños fueron desalojando la amplia sala.
Antes de salir, Turin le dedicó una ultima mirada al cuerpo sin vida del
Sabueso asesinado, y luego abandono la sala junto a su camada. Por el camino de
vuelta a sus compartimentos, algunos de los pequeños empezaron a llorar en
silencio, otros trataban de asimilar todo lo que acababan de ver. Turin tenía
el corazón encogido, pues su mente infantil era incapaz de entender nada de
aquello.
Algunos días después, Nen comenzó a adiestrarles.
Les sometía a un duro entrenamiento, tanto físico como mental. Les atormentaba
con crueles trucos mentales para fortalecer su miedo, les hacía correr y
realizar ejercicios físicos para potenciar sus cuerpos, les instigaba a que
intentaran matarlo, diciéndoles que si no lo hacían, acabarían todos como el sabueso al que él mato delante de ellos.
La dureza y crueldad de este entrenamiento era tal, que muchos niños de la camada
no pudieron soportarlo, pues sus mentes quedaban destrozadas por la constante
tortura psicológica a la que eran sometidos. Sin embargo, también había casos
en que, fuera de los entrenamientos, algunos niños trataban de asesinarse entre
ellos, puesto que cuanta menos competencia tuvieran, más posibilidades tendrían
de sobrevivir. A Turin trataron de asesinarle 2 veces; la primera vez a los 7 años de edad, una niña,
Krill, trató de matarle mientras dormía estrangulándolo, pero Turin reacciono a
tiempo y le devolvió el golpe, pero no la mató. La segunda vez ocurrió cuando Turin contaba con 9
años de edad, fue un niño, Zerek, mucho mas corpulento que Turin, el que
intento matarlo de camino a su compartimento, un ataque sorpresa que Turin
pudo prever gracias a la Fuerza., haciendo caer a Zerek y propinándole una
patada en la cara, que le rompió la nariz.
Por supuesto, Zork estaba al tanto de todo
esto, pero no le importaba, pues así eliminaría a la morralla antes de que
empezara la verdadera selección.
Cuando no estaban entrenando, Zork hacia que los niños
recibieran instrucción acerca de la historia de la Galaxia, especialmente a lo
concerniente a la cultura del Antiguo Imperio Infinito, y les explicaron los motivos por los que debían detener al Emperador Vitiate. Se les proporcionó información acerca de
los Sith y los Jedi, para que conocieran a sus enemigos. Les hablaron
acerca de los lores Sith mas importantes de la historia, desde Naga Sadow y
Exar Kun a Darh Nihilus y Darth Traya, pasando por Darth Revan y Darth Malak, entre
otros. Turin no podía evitar sentir cierta admiración por aquellos Sith. Al fin y
al cabo, ellos solos eran capaces de poner en jaque a toda la Galaxia, y todos
estuvieron a punto de conquistarla en mayor o menor medida. Oír acerca de las
hazañas de aquellos antiguos Sith le resultaba inspirador, y memorizaba todo lo
que podía de esas historias.
Y así, habiendo cumplido Turin ya los 10 años de edad, fue
el momento en el que Nen decidió que ya
era el momento de realizar la selección. Para ese momento, de los 20 niños que
conformaron originalmente la camada, solo quedaban 10.
Durante esos años, Turin había comprendido cual era su objetivo: Sobrevivir a cualquier precio, un sentimiento que todos compartían. Esto les hacía odiar: Odiaban a Zork´Thaur por obligarles a pasar por todo aquello. Odiaban a Nen por torturarles con su maldito adiestramiento. Se odiaban entre ellos, puesto que los que en principio fueron compañeros eran ahora enemigos mortales. Y sobretodo, se odiaban a si mismos por no ser lo bastante fuertes como para poder imponerse a sus captores. No podían confiar en nadie, y, sin embargo, todos compartían un extraño vinculo a través de La Fuerza, un “Vinculo de Camada”, que les permitía sentir a todos sus compañeros allá donde estuviesen. Sin embargo, la fuerza de este vinculo variaba puesto que un par de miembros de la camada podían estar mas vinculados que otros. Turin, o mejor dicho, Resh, había establecido un vinculo de camada bastante fuerte con Vev, tal vez debido a que en los entrenamientos, siempre habían estado mas o menos a la par, y esto les había llevado a tenerse una especie de respeto mutuo.
Finalmente, el día de la Selección llegó. Zork hizo
que los 10 supervivientes se reunieran delante de una gran puerta cerrada, en cuyo centro se encontraba grabado el emblema del Imperio Infinito.
-Zork: "Muy bien. Al fin ha llegado el momento en el que
se decidirá quienes de vosotros son
dignos de unirse a nuestra gloriosa causa. Pero antes de explicaros lo que
debéis hacer, venid conmigo. Voy a mostraros algo..."
Tras decir esto, Zork coloco la mano sobre
el emblema de la puerta. Esta se abrió de par en par.
Zork la cruzó con tranquilidad, y la camada hizo lo propio.
La sala estaba sumida en la penumbra, pues aunque estaba oscuro, había una tenue luz que le daba a aquella sala un aspecto lúgubre. Pero una vez que todos estuvieron dentro, las luces se encendieron. Turin no
pudo creer lo que vio. La estancia era enorme, y estaba repleta de lo que parecían ser cientos
de sarcófagos, en cuyo interior permanecían dormidos cientos de hombres y
mujeres ataviados con oscuras armaduras.
Tras un momento sin decir nada, Zork volvió a hablar:
-Zork: "¿Qué os parece? Durante 300 años, mis Ancestros y yo
nos hemos dedicado a buscar, reunir y a adiestrar a los mejores Sabuesos de la
Fuerza. Una vez completaban su adiestramiento, los poníamos a dormir en
estas cámaras de animación suspendida para que, tarde o temprano, estos guerreros tenebrosos
pudieran despertar y cumplir con su misión: ¡Dirigir a nuestro Infinito
ejercito Droide hasta la Victoria! Aquellos de vosotros que logréis sobrevivir
a la selección se unirán a estos Guerreros. Y puede que, tras 300 años
durmiendo, haya llegado la hora de despertarlos. Así que vosotros seréis la
última camada que adiestre antes de que entremos en Guerra."
Los niños contemplaban fascinados aquella enorme habitación.
Algunos de esos hombres y mujeres llevaban 300 años durmiendo, esperando el
momento en que su amo y señor les reclamara para que cumplieran su
cometido. A Turin, en cierta manera, le daban algo de lastima.
-Zork: "Muy bien, ahora os explicaré en que consistirá la
selección. Como bien sabéis, esta Estación orbita sobre un planeta llamado
Nathema. Cada uno de vosotros será
enviado a un rincón aleatorio del planeta. Una vez en tierra, debéis localizar
a cualquiera de los demás contendientes, y acabar con ellos. La prueba
terminará dentro de 3 días. Aquellos que sigan vivos hasta entonces superaran
esta prueba. Marchaos ya."
Los 10 niños fueron guiados por Nen hasta el puerto espacial
de la Forja Estelar, donde se encontraban preparadas 10 cápsulas de escape con
destino a Nathema. A cada niño se le dio un cinturón con algunas provisiones, y se les coloco en un tobillo un Grillete a cada uno que transmitía su localización a los Ordenadores de la Forja Estelar, para que Zork tuviera controlada la ubicación de cada uno. Tras esto, los 10 niños se metieron en sus respectivas capsulas, y cuando todos estuvieron preparados, las cápsulas fueron lanzadas hacia el planeta.
Mientras su cápsula se dirigía hacia la superficie de Nathema, Turin pudo contemplar la
brillante luz
solar por primera vez en su vida, por lo que el sol le cegó momentáneamente. En ese preciso instante, Turin empezó a tener unas extrañas visiones: Un ejercito Rakatano enfrentándose salvajemente a una raza desconocida en una cruenta y sangrienta Guerra. También podía ver los rostros de varios caballeros Jedi, que de alguna manera se encontraban atrapados en el conflicto. Y, presidiendo la visión, una inmensa Torre coronada por una estructura esférica que poseía un gran ventanal en forma de Ojo. La visión se fue acercando cada vez mas a este ventanal, en cuyo interior pudo distinguir una silueta. No podía distinguir de quien se trataba, pues iba encapuchado y enmascarado, pero sabía que lo estaba mirando. Finalmente, la visión dio paso a la Oscuridad.
solar por primera vez en su vida, por lo que el sol le cegó momentáneamente. En ese preciso instante, Turin empezó a tener unas extrañas visiones: Un ejercito Rakatano enfrentándose salvajemente a una raza desconocida en una cruenta y sangrienta Guerra. También podía ver los rostros de varios caballeros Jedi, que de alguna manera se encontraban atrapados en el conflicto. Y, presidiendo la visión, una inmensa Torre coronada por una estructura esférica que poseía un gran ventanal en forma de Ojo. La visión se fue acercando cada vez mas a este ventanal, en cuyo interior pudo distinguir una silueta. No podía distinguir de quien se trataba, pues iba encapuchado y enmascarado, pero sabía que lo estaba mirando. Finalmente, la visión dio paso a la Oscuridad.
Turin,
incapaz de asimilar todo lo que acababa de contemplar dentro de su cabeza, cayó
inconsciente.
Mientras contemplaba por el monitor como las Cápsulas
aterrizaban en distintos puntos de Nathema, Zork sonrió maliciosamente.